Los pensamientos son como las nubes: a veces son ligeras y pequeñas, blancas o incluso rosa, en orden abierto en el cielo, y es suficiente un soplo de viento para diseminarlas.
A veces son pesadas como el plomo y llenan el cielo, gris o incluso negras, y parece que ni siquiera un viento impetuoso pueda disolverlas.
Pero siempre, de día y de noche, por delante o por detrás, evidente o ocultado pero siempre envolvente y deslumbrante, hay el sol.
"PLOMO" "VIENTO"
ResponderEliminar